Podía ver toda la ciudad desde aquella azotea.
Los edificios que tocaban el cielo, el humo de las
chimeneas, incluso aquel tren a lo lejos que iba camino a ninguna parte.
Desde allí arriba podía gritar y que toda la ciudad la
escuchase. Era la dueña de todo.
Allí sentía paz mientras le daba otra calada al
quinto cigarro de la mañana. El frío la erizaba la piel. Que libertad.
La había
arrebatado todo, su amor, su sueño y sus ganas. Pero allí, ahora, en lo alto de
la ciudad, todo lo que la atormentaba se lo llevaba el viento.
Nunca podrían arrebatarla eso. Su pequeño paraíso en
lo alto de Madrid, donde ver pasar la vida como pasaba aquel avión por el cielo
más negro que azul aquella mañana. Donde podía ver el barullo de gente de un
lado para otro, paseando con prisas, sin saber que allí arriba, en una azotea
de un edificio cualquiera, ella, era la chica más guapa de todas.
Era la reina
de Madrid.
-Blackdiaries-
-Blackdiaries-
No hay comentarios:
Publicar un comentario