Con solo mirarte

Ella era fría, y no solía sonreír. Pero cuando lo hacía el hielo era fuego, el frío calor y lo fuerte débil.

La reina de Madrid.

Podía ver toda la ciudad desde aquella azotea.

Los edificios que tocaban el cielo, el humo de las chimeneas, incluso aquel tren a lo lejos que iba camino a ninguna parte.

Quién era él.

Nunca he vuelto a ver mirar a alguien tan bonito como aquel hombre miró a aquella mujer.

Prestándole su vida, dejándose en sus manos.

Dublín.

Me despierto de madrugada y el corazón me late tan fuerte que puedo asustarme de mis propios latidos. Ya ni en sueños puedo descansar por completo u olvidarme de ti, no sé.

Doy la vuelta a la almohada con la esperanza de que el frío me haga dormir de una vez por todas, pero ya llevo más de mil vueltas y tú sigues aquí, pero sin estar.

Vive.

Creo que la vida no consiste en esto que estamos haciendo. No consiste en sufrir, ni en pensar las cosas demasiado, ni en esperar a que lleguen tiempos mejores.

La vida tiene que ser otra cosa, tiene que ser más feliz, más fácil, más relajada. Creo que no hay que pensar tanto, y vivir más.