Si cierro los ojos todavía puedo sentir su mano jugueteando con mi pelo,
sus labios rozando los míos.
Si me concentro incluso puedo sentir el olor de su espalda cada mañana.
Aún me acuerdo del tacto de tu piel, de cómo era su risa.
Si cierro los ojos puedo recordar cada uno de los detalles de su cuerpo,
sus virtudes y sus defectos.
Su aliento en mi nuca, su mano caliente sobre mi cuerpo frío, su
respiración y hasta su beso en mi mejilla.
Me acuerdo de su mal humor, de sus disculpas precipitadas, de sus "te
quiero" mientras reía.
Sus ojos clavados en mis labios, su mirada que lo decía todo sin necesidad
de hablar.
En ocasiones puedo sentir sus dedos jugando con los míos, su mordedura en
mi cuello, sus besos cálidos para desayunar.
En ocasiones aún puedo acordarme como éramos juntos, y duele un poco más.
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